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Lecciones sobre la igualdad desde África

Me gusta muchísimo la sensación que tengo cada vez que vuelo a casa: Melilla, desde casa: Madrid, cuando comienzo a ver el perfil de África. La costa marroquí con sus calas y el faro de Tres Forcas preceden el “cabin crew prepare for landing”, que ya facilita, a quienes viajamos en ventanilla, una maravillosa vista de pájaro que a mi, me da la vida.

Reconocer las playas, los pueblos, las carreteras me llena de recuerdos y me provoca unas ganas locas de volver a visitarlas. Pero no era esto lo que quería compartiros.

Justo ayer cuando regresaba a Madrid, pensaba en las consecuencias de la pandemia, y las limitaciones que los cierres de frontera han generado en el crecimiento económico y el empleo, especialmente a las mujeres. Mi mente de mono me llevó a la reflexión sobre cómo el emprendimiento es otra forma de romper el techo de cristal, y apoyar la presencia de mujeres en puestos de dirección.

Recordé entonces que África lidera con dos países: Uganda y Botsuana, el ranking mundial del emprendimiento femenino, seguidos de Nueva Zelanda, Rusia y Australia.

Particularmente creo que es todo un logro, porque a las dificultades que cualquiera puede reconocer como parcialidad y temporalidad en los contratos o falta de conciliación, en los países africanos las mujeres tienen que superar aun muchas más barreras, sobre todo culturales.

Estas barreras las alejan de la educación y, por consiguiente, del control de su cuerpo, de la propiedad, del conocimiento y del progreso. Aun así, están avanzando a pasos agigantados y, como refieren diferentes estudios -Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o la organización Together for Girls, entre otras-, con apoyo, participan de manera autónoma en actividades generadoras de ingresos, ampliando su presencia en el mercado laboral y político. Esta imagen de MANOS UNIDAS es bastante ilustradora, en mi opinión.

La mejora económica, tiene consecuencias directas en numerosos aspectos no solo de la vida de las mujeres africanas, sino también de sus hijos, y la sociedad en la que viven. Hay evidencias de los porcentajes de reducción en los embarazos adolescentes, matrimonios o convivencias precoces, así como de las mejoras en el desarrollo cognitivo, el crecimiento y la nutrición de las niñas y los niños, que este trabajo constante de empoderamiento está obrando en las mujeres de África.

Esto es solo una reflexión en un avión y a partir de unas vistas maravillosas, pero queria compartirte que hablar de igualdad no puede centrarse solo en la elaboración de los planes o la realidad en tu empresa. Se trata de una cuestión de justicia social que requiere el conocimiento de las realidades de las mujeres a nivel mundial, para comprender y crear nuevas soluciones que se adapten a cada cual.

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